domingo, 11 de enero de 2009

Relatoría "Festival" Por: Mireya Aguilar

“Festival de lectura contra la violencia”

 

Por: Mireya Aguilar

 

La lectura es como un combustible que te incendia el alma y te incita a actuar,  ¿cómo quedarse quieto?, después de leer ya no eres la misma, la lectura te trasforma, te zarandea (como se dice por acá); aun así les soy sincera, cuando hablamos con Marta mes y medio antes sobre realizar este proyecto en la comunidad donde me desempeño como maestra y donde desde hace un año hemos venido trabajando la sala de lectura, invente muchos inconvenientes entre ellos la lejanía, las dificultades para conseguir apoyos,  y hasta la falta de interés de la comunidad, etc.; sin embargo ella logró persuadirme argumentando que efectivamente por las dificultades que representaba venir hasta Cutzián Grande, Turicato, esto tendría más eco y nuestro reto se tornaba aún mayor como promotoras de lectura y estaba segura que podríamos desarrollarlo;  cuando vives a diario la necesidad de transformar a tu gente de la comunidad, estás oportunidades no las puedes desaprovechar y así fue como comenzamos a tocar puertas convencidas de la importancia del evento;  poco a poco las posibilidades iban cobrando tintes reales, hasta que finalmente todo estaba listo.

En efecto nuestra comunidad fue el escenario del festival “el libro, instrumento para la paz” el cual  inicio el lunes 17 y concluyo el martes 18 de noviembre, en la tenencia de Cutzián Grande del municipio de Turicato, Michoacán.

El dicho versa así, “Cada quien cuenta como le fue en la feria”,  por mi parte les platicaré desde el día domingo 16 que fue  cuando empezó en realidad  esta aventura de tres días.

En Tacámbaro y con la ayuda de Abraham fuimos a recoger la camioneta que emplearíamos como nuestro transporte durante los días del evento, para empezar nos llevamos la sorpresa de que una de las llantas  de la camioneta estaba ponchada, después de andar buscando en las vulcanizadoras, (algo difícil en domingo) un hombre amable solucionó el problema con otra llanta y nos revisó la camioneta pronosticándonos tendríamos un viaje sin complicaciones. Cumpliendo con lo acordado en punto de las seis de la tarde estábamos Joaquín, Abraham y yo en la central esperando a nuestros amigos de Salas de Lectura que llegarían de Morelia, no pasaron muchos minutos cuando vi a Marta, en efecto ahí estaban;  Milton, Arnabeth, Rafa, Poncho, Ruth, y Alfredo, nos saludamos,  ellos creo un poco desconcertados por lo que nos esperaba y yo entre emocionada y nerviosa;  empacamos y emprendimos partida rumbo a Cutzián Grande.

En nuestro trayecto pasamos por Turicato cabecera municipal donde nos esperaba Miguel, él es un joven interesadísimo en rescatar la riqueza cultural de este municipio, durante el camino nos fue platicando de las bellezas naturales de Puruarán y de la importancia de esta tenencia en los acontecimientos de la independencia, total que recibimos nuestra clase de historia, entre uno que otro chascarrillo de los viajeros.

A pesar de lo ameno de la platica, el camino se hacía interminable, cometí el error de manejar el tiempo que nos hacemos regularmente a la comunidad que es de dos horas  y media desde Tacámbaro y bueno se hicieron tres…, tres y media… ¡y no llegábamos¡, reconozco que no tome  en cuenta que nuestro chofer no conocía el camino y además viajábamos de noche; ese desliz me costó que durante mas de medio camino me preguntaran la típica” ¿ya casi llegamos?”  En el camino, tranquila y  discreta una vaca primero y después un rebaño fueron los primeros en darnos la bienvenida, cuando se cumplieron las cuatro horas de andar llegamos por  fin a la comunidad, en la escuela primaria nos recibió Carlos el director, con la escuela lista y  con una ricas  enchiladas que todos disfrutamos, nos instalamos, Mar como siempre tan precavida saco los petates, cada uno tomo su lugar,  luego  se organizaron  comisiones para el siguiente día y nos dispusimos por fin a descansar…

Lunes 17

Desde temprano comenzamos a dejar todo listo para comenzar la jornada, Ruth y Poncho intentaron  dar vida a las tristes y escarapeladas paredes, ambientando la escuela con los carteles, Carlos y algunos alumnos acomodaron los trabajos que los alumnos presentaron en el concurso de cartel, otros instalaban el sonido y los demás dejaban todo listo para sus talleres. En casa de doña Lola el rico desayuno nos esperaba, fue apenas cuando hubo oportunidad de que conocieran nuestros visitantes la comunidad, debo decirles en nombre de los habitantes de Cutzián que fue un gusto verles recorrer nuestras calles agrestes.

 

 A las 11  de la mañana como lo decía el horario empezamos con un acto cívico muy sencillo y Carlos dio el banderazo de salida a las actividades de nuestro festival.

Todos los que ahí nos encontrábamos profesores, talleristas, padres de familia, y alumnos de todas las escuelas nos distribuimos al lugar que nos indicaron, según el taller que nos correspondía, los alumnos de bachillerato, se quedaron con Rafa en la explanada en el taller  de narración oral, donde además contábamos con dos narradores de Cutzián don Celso Villanueva y don Francisco Torres, la verdad es que escuchar las historias estas personas es siempre enriquecedor y nos permite comprender a la comunidad,  Ruth fue la encargada de atender a los padres de familia, que en realidad eran puras mamás, el número fue mucho mayor del  que  habíamos esperado, eso me dio gusto.

Yo quería estar en todos los talleres y envidie un poco a los chicos que grababan y al que tomaba las fotos, cuando por fin  pude  entre al salón 5 donde estaba un grupo de profesores, escuche a Alfredo Carrera cuestionando el Por qué de la lectura,   entendí que la promoción es muy importante, pero la lectura lo es más, los profesores insistimos con los alumnos hay que leer, pero  si los chicos (y en una comunidad pequeña en la que los profesores somos todavía el foco de atención no es cómodo créanlo), los adultos y aún los compañeros profesores no nos ven hacerlo, como van a aceptar vivir la experiencia de la lectura, por que leer es una  actividad personal; que cada uno debe vivir,  me gustó mucho como lo ilustró Alfredo, “la lectura como otros acontecimientos de nuestra vida deja marcas…”

 No pude estar en los demás talleres, sin embargo vi algunos de  los resultados, los pequeños y los jóvenes andaban emocionados, buscando libros para participar en el maratón de lectura en voz alta que se desarrollaría por la tarde y por su puesto los murales que se hicieron en los talleres estaban llenos de magia y color, tenía banderas, arco iris, niños, árboles y todos estaban cargados  con mensajes de paz. Los niños pocas veces tienen posibilidades de acercarse a la lectura y me llena de coraje saber que es porque en gran medida los profesores no lo hemos provocado y peor aún lo hemos impedido y hasta evitado.

 

Y que puedo expresar en cuestión del tema del festival, precisamente en estos tiempos donde la violencia se vive a escalas mundiales y en nuestro país recientemente con hechos que nos han consternado como los ocurridos el 15 de septiembre en Morelia; en esta comunidad como en la  mayoría de las regiones de la tierra caliente de este estado y de otros del sureste de la republica, se vive un ambiente de violencia, la cual es también debido a  los efectos de la  pobreza,  los niños muestran gran necesidad  de atención y de amor; contextualizando un poco, el papel de las mujeres es definitivo en la sociedad de esta comunidad, las familias son disfuncionales hay muchos casos de madres solteras y viudas debido también a los asesinatos que han acaecido en la región, sin dejar de mencionar que los hombres emigran al vecino país  y  son las madres en cualquiera de los casos  las encargadas del cuidado y manutención de los hijos.

Los pequeños tienen conductas  violentas debido a  la falta de atención, son belicosos en su vocabulario y en su conducta.

Durante  los días del festival nuestro estandarte para paliar la violencia fue el libro, sé que hay mucho que hacer aún pero estoy muy contenta del gran  paso que dimos.

 

Si me permiten continuaré narrando los hechos como yo los percibí, por la tarde después de comer un exquisito caldo de camarón con iguana (disculpa por la iguanas,) con tostadas de guacamole, nos reunimos en la tenencia donde se presentaría el maratón de lectura, hubo una participación muy nutrida de niños, jóvenes y adultos. Mar y Milton hicieron un recital poético-musical que a mi me tenia con la piel erizada.

Se presentó Arnabeth con sus pequeños de preescolar y primer grado haciendo la lectura de un cuento.

 Y para cerrar teniendo una noche divina surcada de estrellas, como las que sólo aquí he podido ver y que además enmarcaban el escenario, presentamos al grupo de música regional “los hermanos Ponce” dirigidos por  don Pedro Ponce, originario de la Crucita, Turicato y vecinos de esta comunidad. Y al son de la vihuela, el bajo, la guitarra y el bandolón nos deleitaron con unos  sones  y luego con unos zapateados que enseguida llevaron a los asistentes a buscar su pareja para subir a la tabla a desempolvarse y a sacar  brillo a sus huaraches.

Me encantó ver a la gente tan contenta, niños y grandes rodeaban la tabla esperando su turno para subir.

Martes 18

El día  estuvo mucho más relajado,

Carlos dirigió un  taller antes de que iniciaran las actividades del día poniéndonos a elaborar un globo de cantoya, fue una gran experiencia la construcción y más bajo la dirección de un apasionado en la materia como  Carlos quien los elabora desde niño en sus natal Páracho. Empezamos el martes con la presentación de  caperucita roja con títeres por parte de las madres de familia de preescolar, sin duda el que las mamás hayan participado fue un  gran logro y nos dimos cuenta que hay mucho interés por los  chicos en este tipo de actividades las cuales  pueden emplearse para promover precisamente actos lectores.

Luego Alfredo Carrera leyó un cuento de su libro que recientemente fue premiado en el concurso estatal de cuento infantil.  ¡¡¡Felicidades!!!

Enseguida se hizo la premiación del concurso de cartel donde participaron alumnos y población en general de la comunidad con el tema “libros si violencia no”.

Los chicos de la secundaria presentaron una estampa la cual fue muy bien recibida por los asistentes y finalmente los alumnos de quinto grado presentaron  lectura en voz alta de la poesía la muralla.

El festival se cerró con la exhibición de globos  blancos de cantoya, fue algo hermoso ver los globos blancos llevando consigo mensajes de paz. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias de compartir tu historia... debo regresar...

:)

Guilllermin... el canadiense